Después de mucho tiempo diciendo que lo iba a hacer, y de muchos días que han pasado desde que debería haberlo hecho, por fin presento mi “blog” sobre mi estancia en Dinamarca.
Bueno, hay mucha gente que se va por ahí de viaje y no da por culo a sus amigos diciéndoles que vean una página en la que cuenta cosas que seguramente ya sepan vía “Messenger” o “Skype”. Pero la intención es hacerlo diferente. Me refiero a que no solo quiero dedicar este espacio a decir “he visitado el museo de la industria” como veis en esas fotos, o me he caído al agua del puerto como veis en esa otra (no me he caído, pero se de alguien que sí, aunque no tengo fotos lamentablemente). La idea básica era poder dejar ahí mis aventuras no solo con mis compañeros de Erasmus, viajando, robando bicicletas (eres de la Politi?...tu sitio es "este") ganándonos “warnings” en los pasillos y pisos por las “fiestas no autorizadas de más de 10 people” o paseando por los bosques de Horsens, si no también encontrar una escusa perfecta para gastarme dinero en una cámara de fotos y molestar (aunque sé que le encanta) a mi mejor amigo Andrés (si estás leyendo esto, seguro le conoces; si no pulsa en su nombre) para que me convierta en su pupilo, aparte de deportivamente hablando. Vaya que me siga enseñando fotografía…
Y no solo eso, también me gustaría explicar a mi gente de Málaga por qué cuando en invierno a pesar de que viniera una ola de frío polar, dejando las temperaturas más bajas del año, los “emperraos” de los triatletas seguimos saliendo con la bicicleta sin importarnos que se nos congelen los dedos de los pies, o salimos a correr con el moquillo hecho estalactitas y también vamos a nuestra calentita piscina climatizada (bueno eso no parece una locura, pero algo bueno tiene que haber). Y es que vivimos con esa constante necesidad de no dejar el cuerpo en reposo, independientemente de las condiciones externas. De hecho la mayoría de las veces las condiciones externas no son las adecuadas, en invierno nos gusta congelarnos con duatlones en altas montañas y en verano nos encanta asarnos en campos despoblados de sombra y con el sol pegando en lo más alto. Es por eso que no solo no encuentro motivo para dejar de entrenar, aunque últimamente tampoco es que lo hiciera tanto como quisiera o pudiera, si no que encuentro una motivación extra en estos maravillosos parajes y clima desafiante.
En definitiva, el origen de este blog es comentar a aquellos que os interesa desde la cálida Málaga como me va por Dinamarca ociosa, deportiva y fotográficamente hablando. Espero que con el tiempo, cada vez encontréis fotografías con algo más de fondo y calidad, aventuras que os den algo de envidia y os animen a visitarme, y espero que algún que otro evento deportivo que me haya encontrado y haya podido participar. Ah sí, y que estudie mucho en mi nueva universidad...
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